Un circuito cerebral único les permite realizar tareas complejas.
Científicos canadienses han descubierto el secreto de la inteligencia de los loros: tienen un circuito cerebral único parecido al de los primates que les permite realizar tareas complejas. Un descubrimiento que ayuda a entender mejor al cerebro humano.
Los loros siempre han manifestado una inteligencia sorprendente. Son capaces de usar herramientas, de resolver problemas, de comprender conceptos matemáticos e incluso de “hablar”.
Ahora, investigadores canadienses han desvelado este secreto de la inteligencia de loros: tienen un circuito cerebral único que es parecido al que se encuentra en el cerebro de los primates. Aquí radica la explicación de su particular inteligencia.
La explicación se ha obtenido a través del estudio de 98 muestras de cerebros de aves, incluidos loros, búhos, gallinas y colibríes. Los científicos, pertenecientes a las universidades de Alberta y de Lethbridge, que posee una de las colecciones de cerebros de aves más grandes del mundo, querían determinar si los loros tienen más desarrollados los núcleos pontinos, las células nerviosas situadas en la porción basilar de la protuberancia o puente troncoencefálico.
Estos núcleos forman un circuito neuronal que, en humanos y otros primates, transfiere información entre dos áreas del cerebro: la corteza, que rige la información sensorial y otras funciones superiores, y el cerebelo, que es responsable de las funciones motoras.
Humanos y los primates tienen grandes núcleos pontinos, por lo que se cree que esta estructura cerebral ampliada desempeña un papel importante en la inteligencia superior.
Sistema paralelo
Sin embargo, el análisis comparativo del cerebro de los loros en relación con el de otras aves permitió establecer que no tienen grandes núcleos pontinos. En todas las aves, incluidos los loros, esta región del cerebro es muy pequeña.
Pero los loros destacaban de las demás aves por otra particularidad: tenían otra región del cerebro más grande. Se trata del así llamado medial spiriform nucleus (SpM), un circuito que no existe en los mamíferos pero que en las aves realiza una función parecida a la de los núcleos pontinos: comunica la corteza cerebral con el cerebelo.
"El SpM es de dos a cinco veces más grande en loros que en otras aves, como las gallinas", explica Cristian Gutiérrez-Ibáñez, uno de los autores de esta investigación, en un comunicado.
Doug Wylie, otro de los investigadores, añade que el SpM realiza la misma función que los núcleos pontinos en mamíferos, aunque se encuentra en una parte diferente del cerebro. "Este lazo entre la corteza y el cerebelo es importante para la planificación y ejecución de comportamientos sofisticados", precisa Wylie.
Conexiones similares
Esta correspondencia de conexiones neuronales entre los cerebros de loros y primates podría explicar por qué los loros pueden realizar tareas complejas similares a las de los primates. Por ejemplo, cuando abren una semilla usando picos y garras, replican lo que hacen los primates cuando usan sus manos.
En ambos casos, habilidades motoras y la inteligencia se despliegan merced a conexiones cerebrales similares, si bien se producen en lugares diferentes en el cerebro de los primates que en el cerebro de los loros. Pero el resultado es equivalente.
Gutiérrez-Ibáñez señala al respecto que, al igual que los primates, los loros han desarrollado un área ampliada que conecta la corteza y el cerebelo. "Este es otro ejemplo fascinante de convergencia entre loros y primates", dijo. "Comienza con comportamientos sofisticados, como el uso de herramientas y la autoconciencia, y también se refleja en el cerebro. Cuanto más observamos los cerebros, más similitudes vemos".
Este descubrimiento plantea la necesidad de conocer mejor cómo se produce este proceso en los núcleos pontinos de los seres humanos. "Podría ofrecernos una mejor comprensión de cómo funcionan nuestros cerebros humanos", concluye Gutiérrez-Ibañez.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario